Me acosté a admirarte
en un pasto suave
en medio del campo
solo a mirarte
Tu luz era tan grande
que iluminaba el campo
te veía cual felino ve a su presa en la pastura
tan delicada, te vez en las alturas
te quisieron opacar,
la aprisioné en mis manos
y cuando al fin la iba aplastar
fue que te escuche hablar
déjala volar
ella vive solo una noche
la ilumina también como el día
yo estaré aquí toda la eternidad
déjala volar
admira lo pequeña que es
no quiero decir que sea pobre
ella vive rápido y fugaz
con eso no me puedo comparar
así como tu
muchos han venido a admirarme
he querido ser como ellas
tan fugaces que aman y ríen solo una noche
pero es tan fuerte su luz que logran opacarme
déjala volar fugaz
que al amanecer
estaré sola una vez más
cuando amanezca ella morirá
y tu también irás
volverás a esperarme por la noche
aquí estaré
por que yo
yo
no seré fugaz.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario