miércoles, 18 de enero de 2017

Cambios, no son bueno ni malos

He cambiado mi zona de confort, he navegado a nuevos horizontes, nuevos retos...

Curiosamente empezó cerca de mi último post. Nadie sabe el futuro que le espera, por muy malo o bueno, podrás hacerlo mejor.

Aquí estoy, un nuevo año, retos mucho mas grandes y con la curiosidad de aprender y saber que lo haré. Entre otras cosas la familia se ha crecido mi primer sobrino directo de sangre, es un gran placer (si tu tienes uno o hijo sabrás a lo que me refiero).

Es un nuevo año con nuevos retos para hacer realidad a mi plan corto meta lo estoy haciendo bien, espero seguir así (si no tienes un plan a corto, mediano y largo plazo haré un post).

Estoy en una parte de mi vida muy buena y puedo decir que soy feliz, no me mal interpreten, he tenido altos y bajos como todos ustedes, pero, hoy me siento muy bien sobre todo conmigo mismo... haciendo retrospectiva tenía tiempo que no me sentía tan bien.

Siempre me he pensado como un ser en busca de retos y nunca soy conformista (los odio conformistas) el ser creativo te mantiene en movimiento en hacer algo cada cierto tiempo, algo diferente. Siempre buenos.

sábado, 15 de octubre de 2016

Mi zona de confort





Hace unos 12 años empecé una aventura solo, totalmente, me fui del país donde nací, crecí, básicamente deje casi todo lo que una persona puede amar. El motivo no lo tocaré en estos momentos, tal vez mas adelante, tal vez.


Dentro de las cosas que recuerdo, una que más cuesta superar cuando estas solo es: la nostalgia. Esa nostalgia te dice que regreses a tu zona de confort, pero como dice mi madre: tu tienes una gran fuerza de voluntad y decisión (yo le llamo necedad).

Decidí quedarme fuera de esa zona de confort, de querer regresar donde nací, por muchos años, hasta que poco a poco esa zona extraña se volvió mi nueva zona de confort, y hoy sentado en el balcón de esta habitación en otro país (fuera del que en 12 años se volvió mi nueva zona de confort), tengo de nuevo esa sensación y sentimiento de querer tomar las maletas, ir a lo desconocido, salir por la puerta, de emprender una nueva aventura.

Si el sentimiento sigue ya haré algo, soy un necio ¿no? por lo pronto solo disfrutaré la vista, la lluvia caer y una buena taza de café, acompañado de mis pensamientos.

Este post lo dividiré en dos partes... también hay otra cosa que aprendí de estar solo...


miércoles, 29 de junio de 2016

Sobre el linaje

Una de esas escasas charlas en la sala que tuve, pocas, pero muy profundas.

Recuerdo el sol y la brisa entrando por la sala, claro que estabas cerca de mi, entre abrazos y besos, hablando de muchas cosas y una de esas fue:

¿quieres tener hijos?

Una frase fuerte, para cualquier persona que está empezando una relación. Sí, quiero tenerlos.

-¡Claro!- es lo que todo ser humano quiere hacer en este mundo, tener mi ser, mi sangre, pasarlo a otro ser, es decir un linaje, criar, enseñar a otro ser, tu ser. Después pensé, esas son unas palabras fuertes y me pregunté: ¿es ser padre o solo tener uno?

He visto a muchas personas que solo se han llenado la boca de tener hijos pero no han sido buenos padres.

Así que me pregunté:

¿Qué es un padre?

No me mal interpreten, no es miedo ni temor.

Y esto no termina aquí, sigo en otro escrito.

Todo lo que escribo aquí, puede haberme sucedido... o tal vez no

Busco el tiempo

Pienso pequeño
en esos momentos
son pocos, lo sabemos
pero son contigo

Cancelo encuentros
no me odies,
me odio por hacerlo
no es porque quiero

Créeme cuando digo que te sueño
Sé que no te lo había dicho
es por miedo

Créeme cerca
nunca lejos

Créeme a tu lado
aunque cancele las citas
porque mi sueño es
hacerte esa cena que te debo

Cancelar las citas contigo
duele mas que una apuñalada
una, por no ser dueño de mi tiempo

Es que duele
duelen los meses
duele no hacerte reír
porque quiero darte todo
duele tu ausencia
y la mía

duele porque esos momentos
no son suficientes
y busco la manera de estar cerca
cerca, tan cerca de ti.

Pero este tiempo todavía
no es mío.


martes, 31 de mayo de 2016

La Calaca



Recuerdo la primera vez que te vi.
era de día, los árboles alrededor, recuerdo el frío, una casa un tanto pequeña, todo lo veo como en un sueño -todo en tonos blancos- me llevaban de la mano, cruzamos el portal de la puerta – de madera obscura -.

Dentro estaban las señoras llorando, rezando, dando el pésame – en ese entonces no comprendía nada -

Ni siquiera en mi inocencia pensé ¿qué está pasando aquí? Simplemente no lo comprendía, tenía un juguete en mis manos era amarillo con verde «no sé quien era».

Ella decía en tono alto y el resto le seguía, en otras ocasiones respondían, Pero no entendía nada.

Al fondo con flores, estaba acostado «hoy en día sé que es un ataúd» en ese entonces no sabía como llamarlo así que le llamé “como un cajón donde está el señor viejito”.

No recuerdo en qué momento nos acercamos “al señor viejito” me dijiste despídete de él, dile adiós y así lo hice, estaba como durmiendo, se veía serio tenía barba y cabellos blancos como las nubes, muy delgado.

Hoy no sé quién es, pero recuerdo que jugábamos, se reía conmigo y me gustaba estar con él.

Tamales, café «el cual no tomaba» eran abundantes y un aroma que no me gustaba «debe ser el incienso o las velas» .

Es todo lo que recuerdo, fue la primera vez que te vi, de frente con todos los protocolos.

Y así fue como te me presentaste: Santa muerte, Hades, Anubis, Mictlantecuhtli, la calaca, nuestra que a todos no esperas y nos llevas, simplemente llegas.

¿Cuándo la conociste por primera vez?

sábado, 21 de mayo de 2016

Tiempo


Tiempo que no contamos
que nos hace falta
que sobrevalorábamos

tiempo para amarnos

tiempo que se me escapa cuando escribo
más tiempo perdido cuando te sueño
y peor el tiempo que pierdo cuando planeo

tiempo la vida misma
que se escapa sin volver
tiempo que no regresa

tiempo con amigos y familia
no es tiempo perdido

tiempo que se gana cuando estoy contigo

tiempo para llorar
tiempo para reír
tiempo para aprender
tiempo de sentirse vivo

tiempo el hoy
porque mañana no existe
y el ayer ya fue

hay que dar tiempo al tiempo

martes, 17 de mayo de 2016

Entre cuerdas, entre familia.


La primera vez que te vi.

Estabas en las manos de mi primo, primo que para ese entonces no nos conocíamos, pero él, año con año se presentaba tocando su jarana junto a su hermano y su primo.
Un sonido único que ellos saben crear con el rasgue de sus uñas, con su voz cantando las décimas propias de mi pueblo, memorando a “tío costilla”, “la bamba” esas décimas autóctonas, me refiero a mi Ciudad Lerdo De Tejada, Veracruz.
Lo vi, rasgando cuerdas, esa jarana hablaba cuando hacía los requintos como ningún otro jaranero de su edad, su voz era única seguido por el coro de su hermano y más al fondo de su primo.
Recuerdo que frente a ti estaban haciendo el baile típico “el zapateado” con un compás acuerdo a los acordes que tu sonabas, no primo, no te acuerdas de mi.

Años mas tarde por circunstancias que nos llevaron al mismo lugar en ese entonces a la misma primaria y después a la misma secundaria, sin mas nuestros destinos se cruzaron, solo estoy hablando de ti, músico, después de los demás que amé en ese momento.

Un poco gordito te recuerdo, distanciabas del resto de “nosotros de la familia” pero al fin familia (es que todos eramos flacos/esqueléticos ¿recuerdas?), con un sentido del humor que solo el abuelo tenía al igual que la sonrisa que proyectas.

No recuerdo en qué momento te vi con ella, era el amor de tu papá, mi tío, su guitarra que tanto amaba o ama. En ese entonces solo te había escuchado a ti tocarla y me mostrabas un par de rasgueos como ese que es: “bajas y con el dedo índice le pegas a la primera cuerda como si fuera un mosquito”.

Un rasgueo de boleros, pero que si bien lo ejecutas es un arreglo majestuoso (y todavía me cuesta hacerlo) ya sabés de cual te cuento, ese de “Luz de día” y otros más que suenan preciosos en tus manos.

Te lo cuento hoy, creo que es el mejor secreto que te ha dado mi tío.

Lo mejor que me dijiste fue en mi intento por tocar la guitarra, yo con ella fea (mi primera guitarra), pienso que estaba desafinada (ya olvidé su sonido) pero me motivaste a seguir tocando una canción hasta que los dedos se me llenaron de ampollas y me dijiste “te va a doler” pero que valdría la pena.

No es un poema,
es una carta para darte las gracias
me mostraste lo hermoso que es la música.

Para ti mi primo, Migue.